lunes, 29 de julio de 2013

ABRAZAR EL ÁRBOL

ABRAZAR EL ÁRBOL


Uno piensa que los días de un árbol son todos iguales. Sobre todo si es un árbol viejo. No. Un día de un viejo árbol es un día del mundo.

Este álamo Carolina nació aquí mismo, exactamente, aun­que el álamo Carolina, por lo que se sabe, viene mediante estaca y éste creció solo, asomó un día sobre esta tierra entre los pastos duros que la cubren como una pelambre, un pastito más, un miserable pastito expuesto a los vientos y al sol y a los bichos.

Y él creyó, por un tiempo, que no iba a ser más que eso hasta que un día notó que sobrepasaba los pastos y cuando el sol vino más fuerte y templó la tierra se hinchó por dentro y se puso rígido y sentía una gran atracción por las alturas, por trepar en dirección al cielo, y hasta sintió que había dentro de él como un camino, aunque todavía no supiese lo que era eso, lo supo recién al año siguiente cuando los pastos quedaron todavía más abajo y detrás de los pastos vio un alambrado y detrás del alambrado vio el camino, que es una especie de árbol recostado sobre la tierra con una rama aquí y otra allá, igual de secas y rugosas en el invierno y que florecen en las puntas para el verano, pues todas rematan en un mechoncito de árboles verdaderos.

Por ahí andan los hombres y el loco viento empujando nubes de polvo. Tam­bién ya sabía para entonces lo que era una rama porque, después de las lluvias de agosto, sintió que su cuerpo se hinchaba en efecto aquí y allá y una parte de él se quedó ahí, no siguió más arriba, torció a un lado y creció sobre la tierra de costado igual que el camino.


Fragmento de La Balada del Álamo Carolina, de Haroldo Conti

Para continuar leyendo: revista de letras Abanico



La postura de ABRAZAR EL ÁRBOL o arraigar la energía de pie tiene como finalidad captar la energía de la tierra, de ahí la ligera flexión de rodillas. Pero también se intenta captar la energía del cielo. Por eso la cabeza se estira a partir de la nuca como si estuviese en suspensión.


Continuamos con la práctica de Qi Gong todos los viernes a las 19.30hs en Pilates Dynamo Devoto, cerquita de Av. San Martín y Beiró.
Se agradece la difusión!

martes, 7 de mayo de 2013


Ahora que comienza el frío:

La palabra china Feng (pronúnciese "fong") quiere decir viento.

"Feng Chi" significa "Estanque de los Vientos" y "Feng Fu", "Palacio del Viento". Por estos puntos penentra en el cuerpo el viento, que en esta época es frío, y provoca resfríos, gripes, malestar, dolor de cabeza y rigidez del cuello.
Para mejorar estos estados es necesario calentar estos puntos. Una técnica fácil es frotar el cuello con un pañuelo de seda o aplicar en la nuca una franela calentada con la plancha o en la estufa. Aplicar el calor durante 15 minutos y repetir varias veces en el día.
Como complemento, para calentar la energía interior, tomar té caliente con canela, jengibre y un poco de pimienta. Podemos agregarle miel. El sabor, aunque parezca raro, es agradable.
-Cuidado: las personas que tienen presión alta no usen pimienta y pongan poco jengibre en el té.

 ¡Salud!

Gracias Carlos Trosman
Director de la Escuela de Shiatzu KAN GEN RYU
       http://www.shiatzukangenryu.com.ar/



lunes, 1 de abril de 2013

OTOÑO

OTOÑO 

El otoño es la estación del elemento Metal, cuando la naturaleza inicia su recogimiento. Después de la culminación del Yang, del calor, de la maduración vegetal, viene el reflujo de la savia y el Yin empieza a crecer. Dos trigramas corresponden al Metal: el Lago y el Cielo.

El Lago del otoño   Trigrama del Lago

El trigrama que representa el Lago se denomina también la neblina o el regocijo. Se orienta hacia el oeste. En chino se llama Touei

Se asocia con la niebla porque el otoño es el tiempo de las lluvias y de las primeras nieblas, después del corto período Tierra del final del verano. Durante esta época, el lago se viste con jirones de niebla que se evaporan en su superficie. 
Se denomina "El Regocijo" porque este trigrama produce placer. Es el placer de la satisfacción del deber consumado, de la recogida de los frutos después de meses de duro trabajo, cuando llega el momento de cosechar lo que se ha sembrado. En la antigua civilización china, esencialmente agraria, estas referencias no eran sólo simbólicas sino que revestían un sentido muy real. "El Regocijo origina las alegrías de la recolección", dice el Yi King. Por eso esta estación es la ocasión para muchas fiestas, ya sea para honrar las cosechas, las vendimias o la apertura de la caza...


El Cielo del otoño  Trigrama del Cielo   

El Cielo se asocia con la idea de la dominación. Se coloca en la dirección noroeste. Los chinos lo llaman 
K´en

Durante el otoño, el sol tiene un brillo metálico comparable a la luz crepuscular. Este Cielo uniforme, duro, simbolizado por tres trazos Yang, es el que se observa en otoño en Pekín, es uniformemente azul y de un gris metálico. El trigrama del Cielo representa, por consiguiente. un estado de dureza y de combate semejante a la lucha eterna entre la luz y la oscuridad: "lo oscuro y lo luminoso se exaltan mutuamente".                                                                       
Después de la realización viene la hora del balance. El otoño es la estación del rigor, cuando todo lo que se ha realizado debe manifestarse; también es el momento del juicio.
Los pensamientos vuelven de la Tierra al Cielo. La oscuridad predomina sobre la luz, las noches son más largas. La interiorización predomina sobre la exteriorización; la fuerza, la firmeza y la precisión, sobre la agitación y la dispersión. Está representado por el jade, que simboliza la pureza sin tacha, como la del Metal mismo. El Cielo representa el espacio grandioso de la bóveda celeste, de donde proviene su forma redonda: para los chinos, el Cielo es redondo y la Tierra es cuadrada.

jueves, 21 de febrero de 2013


CICLOS


EL CALOR

La naturaleza del Calor es acelerar la actividad metabólica, dilatar los vasos sanguíneos y activar la circulación. El Calor tiende a subir y salir hacia la superficie. El verano está dominado por el Calor, y ambos corresponden a la Fase del Fuego.
Cuando el Calor se vuelve excesivo, genera condiciones como inflamación, pulso y fiebre. La inflamación se caracteriza por rojez, tumefacción y dolor. La hinchazón y el dolor ocasionados por el Calor se distinguen de los otros tipos por el aspecto rojizo y la sensación caliente. En la Medicina China no es necesario detectar la fiebre con un termómetro para determinar la presencia de Calor en algún lugar del cuerpo. Las condiciones calientes a menudo se asocian con sed, sequedad, estreñimiento, dificultades para orinar, agitación, deseo de frío y aversión a las comidas, bebidas y climas calientes.
La tendencia del Calor a desplazarse hacia la superficie puede observarse en  la transpiración, la manifestación del Calor Yang liberado o eliminado a través de la piel. Esto puede ser debido a una actividad metabólica incrementada por el ejercicio, por enfermedades febriles o por la ingestión de comidas calientes o picantes. Cuando el Calor invade la superficie, también pueden presentarse erupciones cutáneas como sarpullidos, ronchas, llagas, úlceras, forúnculos y acné. 
El aspecto rojizo de la cara, cuello y ojos refleja la tendencia ascendente del Calor, que a menudo aparece asociado a estados emocionales intensos como la ira, la alegría o la turbación. Una persona que "se pone colorada" de vergüenza", que "se enciende de rabia", que se "sulfura", manifiesta el ascenso del Calor interno.
Ciertas vitaminas del grupo B, la hormona tiroidea, el azúcar, el café, la adrenalina, las comidas picantes, el alcohol y las anfetaminas producen Calor. Si alguien ya tiene exceso de Calor, estas sustancias pueden exacerbar tal condición y favorecer los síntomas asociados.

En "Entre el Cielo y la Tierra. Los cinco elementos en la Medicina China",
de  Harriet Beifield y Efrem Korngold.

VERANO
LA ESTACIÓN DEL FUEGO

El verano es la estación del elemento fuego. En esta época del año la naturaleza está en la culminación de su desarrollo: llega a su plena madurez y la vegetación es muy frondosa. 
El clima del verano, aunque siempre aparece bajo la influencia del calor, presenta dos aspectos: el calor y el calor tórrido. A este último es al que verdaderamente llamamos fuego. Es un calor con dos rostros: madura el trigo, pero también provoca incendios en el bosque. El calor del verano es parecido al de los volcanes, lugares telúricos poderosos que transmiten el poder iniciador el fuego. En su seno se junta el Fuego del Cielo con el Fuego de la Tierra. 

Los tres meses de verano representan la plenitud de la naturaleza: la creación está en la cima de su belleza. Las personas salen, se exteriorizan, van a fiestas, bailan... En verano, el cuerpo está exultante: un baño de sol perfecto, ni demasiado largo ni muy caliente, da una idea del goce que el cuerpo puede sentir en este período del año. Se recarga como una pila, se "baña" en la alegría de vivir. El verano nos invita a recostarnos tarde porque los días son más largos y a despertarnos temprano porque noches son más cortas. Nuestra 
actividad se acelera, es desbordante.

Conseguimos hacer frente a este aumento de actividad porque los meridianos rebosan de energía durante el verano. Naturalmente, buscamos el sol porque nos pone de buen humor y nos abre para que la energía interna del cuerpo pueda exteriorizarse libremente.

En  "Medicina China. Una guía para tu bienestar",
de Yves Réquéna y Marie Borrel.